DR. ALBERTO MONTBRUN

"El paradigma fundamental que domina nuestra política es el paso de una democracia representativa (madisoniana) a una democracia directa (jeffersoniana)."

Dick Morris: "El nuevo príncipe"

 

“No faltan policías en Mendoza; están desaprovechados”

El especialista Alberto Montbrun dijo a UNO que es “un disparate” plantear que la inseguridad se debe a la cantidad de efectivos. Capacitación y mejor aprovechamiento de los agentes, las prioridades.

Javier Polvani
jpolvani@diariouno.net.ar

2 de febrero de 2008

Decir que faltan policías en Mendoza es un disparate, una cosa de locos”. Alberto Montbrun, el principal asesor externo del ministro de Seguridad, Juan Carlos Aguinaga, refutó en esos términos la hipótesis generalizada que indica que en la provincia hay menos uniformados de los que se necesitan.

En la primera entrevista que concede desde que el demócrata lo convocó para asesorarlo, Montbrun advirtió que “el problema es que los policías no están full time ni capacitados para la provisión del servicio de seguridad”. Ayer, en exclusiva para Diario UNO, el ex dirigente radical y recientemente candidato por la coalición ARI-Socialismo reveló cuál es su rol en el gobierno de Celso Jaque y dio su visión sobre los aspectos más candentes que afectan a la cartera de Seguridad.

–¿Cuál es su rol en el Gobierno?

Científico. Así se presentó el abogado Alberto Montbrun, dedicado a diseñar políticas para el ministro Aguinaga.

–Una de nuestras tareas es proveer al ministro de la información sobre los pasos del modelo, los pasos del diseño y los insumos financieros y técnicos que se disponen Mendoza, Argentina y el mundo para un rediseño sistémico del plan. Suponer que la seguridad es un problema de la Policía es como suponer que mi salud es un problema de mi médico.

–¿Cómo va a ser la Policía de Aguinaga?
–Será altamente profesionalizada y capacitada para manejar la disfunción desde lo preventivo, mucho más que desde lo represivo. Una Policía que estará intersticialmente metida en la comunidad, detectando y advirtiendo tempranamente los problemas que terminan explotando en el delito. Para producir el cambio tenemos una herramienta importantísima, que es el Instituto de Seguridad Pública.

–¿Cuánto tiempo puede llevar cambiar el sistema de formación de la Policía para que se vea en la calle?
–Un cambio que se vea en la calle puede ser muy rápido; en un año debe verse.

–¿Cómo se compatibiliza la necesidad de tiempo para llevar a cabo los cambios con las urgencias de la coyuntura?
–No sé, soy un científico que trabaja sistemas adaptativos complejos. Cómo se maneja o eventualmente se manipula a la opinión pública no es algo de lo que pueda hablar públicamente.

–Pero la gente pide más policías...

–Mendoza tiene 4,7 policías cada mil habitantes y el ideal en el mundo es 3,5 cada mil habitantes. En comparación, tenemos muchísimos más policías que lugares del mundo como Estados Unidos y Alemania. El problema es que los policías no están full time ni capacitados para la provisión de un servicio.

–¿Por qué entonces está instalada la idea de que faltan policías?
–Es un disparate, una cosa de locos que yo vengo marcando hace tiempo, aunque sin los medios que disponen otros. Los datos que afirmo están en la web, no son una idea mía.

Definiciones

“Yo no puedo asegurar que un hecho violento resonante no termine con el ministro, pero tengo esperanzas en los cambios”.


“Jaque fue audaz al prometer una reducción del delito, pero no creo que sólo eso lo hiciera ganar”.


“En Nueva York, para entrar a la Policía hay que tener título de grado y 22 años como mínimo”.

Policías mal utilizados

Para Alberto Montbrun, “la cantidad de policías no es un problema de Mendoza. El verdadero problema son los servicios extraordinarios y la formación profesional de los auxiliares”. Los efectivos salen a la calle con uniforme y armados con sólo cinco meses de formación teórica y entrenamiento práctico.

En cambio, consideró que “es buena la formación de los técnicos superiores y los licenciados en Seguridad”.

Además, advirtió que “tenemos la deuda de pasar a la oficialidad a los suboficiales y agentes, pero eso no se puede hacer porque están sacando servicios extraordinarios. Si cambiar esto no es una decisión política, ¿qué es una decisión política? Pero hay que entender que este gobierno asumió recién el 10 de diciembre”.

–Pero los policías son los principales defensores de los servicios...

–Lo que pasa es que el Estado debe pagarles lo que hoy sacan por esa tarea. Si no, terminamos como proponía un viejo ministro: con los vecinos contratando servicios extraordinarios por manzanas.

–¿Con eso solo habrá mejoras?
–Por supuesto, los servicios son un cáncer para la seguridad.

–¿Cuánto le costaría a la Provincia compensar los servicios extraordinarios?
–$50 millones.

La relación entre desigualdad y delincuencia

Otra cuestión que según el asesor Alberto Montbrun opera en contra de la tranquilidad en materia de seguridad de los mendocinos es la “iniquidad de la distribución de la riqueza”.

–¿Mendoza tiene alguna particularidad que la distinga ?
–En pocos lugares como en esta provincia se ha deteriorado tanto la seguridad personal en nombre de la seguridad colectiva. En los últimos ocho años tenemos requisas de autos y personas sin orden judicial, averiguación de antecedentes sin orden judicial –que es una detención–, allanamientos masivos a barrios con la mera presencia de un juez. O que los jueces tienen que fundar la denegatoria de un allanamiento pedido por la Policía. Estamos todos locos.

–¿A qué se debe que Mendoza se destaque en este sentido?
–Lo que pasa es que no hemos abordado la otra pata de la inseguridad, que es la pata socioeconómica. La pobreza, la iniquidad en el ingreso, la crisis familiar, la crisis del sistema educativo y el papel de los medios tienen una relación causal no directa, pero sí fuerte en el incremento de la inseguridad. Por eso nos hace falta una política sistémica.

–¿Se puede probar científicamente la relación entre desigualdad y tasa delictiva?
–Por supuesto, hay 20 años de estudio del Banco Mundial que revelan la relación directa entre desigualdad y delincuencia.