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Cambio. Desde el Centro de Estudios afirman que
hay un entorno condicionante que influye pero no
es fatal. |
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El 20% de los delitos genera 80% de las ganancias
del delito. Así también, 80% de los delitos son
cometidos por 20% de los delincuentes. Por otra
parte, 80% de los delitos -que dejan apenas 20% de
las ganancias- son cometidos por personas que
están en condiciones de vulnerabilidad, por
interacción de la pobreza y la inequidad.
Que los porcentajes sean similares y que la regla
sea básicamente la misma, no es casualidad.
A partir de
estas hipótesis está trabajando el Centro de Estudios para la
Gestión de Sistemas Complejos (Cegesco). En ese marco, entre
otras investigaciones sobre la inseguridad, están abocados a
definir un perfil del tipo de delincuencia que padece Mendoza. |
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Pareto y su
regla
Los investigadores del Cegesco están utilizando herramientas
provenientes de la teoría de complejidad, del enfoque
sistémico y de la moderna teoría de redes para elaborar sus
hipótesis y avanzar en sus investigaciones. De esta forma han
rescatado la ley de Pareto que postula el 20/80.
Así es que llegan a las hipótesis formuladas en el párrafo
anterior. Pareto logró con esa fórmula avanzar en algo
importante: traducir en fórmulas matemáticas la percepción de
la realidad y sus campos operantes.
La regla del 20/80 surgió cuando este economista italiano,
Vilfredo Pareto, analizando la distribución de la propiedad de
la tierra en Italia, observó que 80% de ésta estaba en manos
de apenas el 20% más rico de la población.
A partir de ese hallazgo, se generalizó como Regla de Pareto a
toda situación en la que 80% de los efectos está explicado por
20% de las causas, y es con este significado que se la usa en
los campos más variados.
El delito social
Desde el Cegesco consideran que "el delito de cuello blanco se
resuelve con buenos fiscales, buena investigación y buena
tecnología", indica uno de sus miembros, Alberto Montbrun.
Por su parte, Julio Leónidas Aguirre, presidente
del instituto y estudiante de Ciencias Políticas, explica que
el problema está en el "delito social, este tipo emerge de las
condiciones de marginalidad de la sociedad producto la
exclusión, así cada vez más gente se dedica a delinquir".
En este sentido Montbrun agrega: "Hay como un prejuicio
de que sobre este tipo de delito no se puede hablar porque ese
tipo de delincuente es una víctima del sistema social, eso
está claro pero también es cierto que hay que promover las
medidas para evitar este tipo de disfunción. Estas medidas no
pasan tanto por las leyes como por las condiciones
socioeconómicas en las que está creciendo un sector muy
importante de nuestra niñez y adolescencia".
El entorno condicionante
Enfocados en este tipo de delito en el Cegesco trabajan
también con aproximaciones comprensivas a la realidad. "La
realidad es cuántica, es una cuestión que define el observador
y cada observador tendrá su propia realidad y así armará su
constructo social".
Pero al avanzar en la investigación y al superar la
observación de un hecho como puede ser un delito, utilizan
para las investigaciones los patrones y tendencias de la
problemática. En el Cegesco advierten que "hay un entorno
condicionante que influye pero no es fatal, ya que dentro de
él, cada ser humano actúa de forma distinta en función de su
propia e irrepetible historia.
En un sistema condicionante en el que se suman los factores
como violencia familiar, armas, drogas y alcohol; es probable
que el que está en ese sistema termine en el delito", explica
Montbrun y agrega: "Estos factores de ese sistema no
son la causa que los empuja al delito, llegan porque están en
un entorno condicionante que los influye fuertemente".
En el Centro de estudios tienen claro que "en cualquier
problema de seguridad se debe salir del emergente fáctico y
encontrar la estructura sistémica subyacente que es la que
hace que el hecho se repita una y otra vez. Cuando trabajamos
algún problema tratamos de encontrar cuál es la regla del
20/80".
Cómo se cambia
Desde el Cegesco no dudan que para cambiar el entorno en donde
las personas actúan de distinta forma, hay que "operar desde
el seno mismo de los grupos de chicos vulnerables. Hay que
generarles un entorno en el que encuentren lo mismo que en la
pandilla: autoestima, pertenencia y seguridad.
A esos chicos y adolescentes hay que generales contención,
autoestima y darles una idea de futuro. Más de 95% de esos
chicos son absolutamente rescatables.
Saben bien que el trabajo es difícil y complicado. Es que el
delito social "se instala estructuralmente y después es
complicado erradicarlo. Hay que ocuparse con políticas de
inclusión y contención", señala Montbrun y agrega:
"Otro problema grave es la tendencia de natalidad juvenil en
Argentina que es de alrededor de 70 por mil y los países
desarrollado tienen apenas entre un 7 y una 11 por mil. Lo
complicado es que en las zonas más vulnerables pueden superar
los 100 nacimientos cada mil y por más que se mitigue en esos
sectores, la cantidad de recurso humano que está ingresando en
la vulnerabilidad es fenomenal".
Julio Leónidas Aguirre da un ejemplo para fundamentar
más la forma de estudio del Cegesco y explica que "cuando
intentaron extirpar las bandas en Centroamérica lo hicieron
recurriendo a la mano dura, de esa forma sólo lograron que
aumentaran porque fomentaron el entorno que las hacía operar".
Gastón Bustelo - gbustelo@losandes.com.ar |