DR. ALBERTO MONTBRUN

"El paradigma fundamental que domina nuestra política es el paso de una democracia representativa (madisoniana) a una democracia directa (jeffersoniana)."

Dick Morris: "El nuevo príncipe"

 

viernes 15 de mayo de 2009
"Pobreza y delincuencia: un tema controvertido"

Por Alberto Montbrun

La cuestión de la relación de la pobreza con la delincuencia es un tema históricamente muy controvertido en materia de política criminal. Actualmente la doctrina coincide en que no existe entre ambos fenómenos una relación causal directa, determinista y fatal, aunque resulta sencillo constatar que la inmensa mayoría los delitos son cometidos por personas que provienen de entornos sociales donde prima la marginalidad y la exclusión.

Es por ello que hace alrededor de veinticinco años el Banco Mundial comenzó a estudiar en profundidad la relación entre la delincuencia y la inequidad en el ingreso, habiéndose llegado a la conclusión de que existe una robusta relación entre ambos fenómenos, lo cual también es receptado por estudiosos locales aun provenientes de vertientes ideológicas particularmente dispares, como Eugenio Burzaco, actual diputado nacional de PRO o Mariano Ciafardini actual Director Nacional de Política Criminal.

También hay que reconocer que la diferenciación entre pobreza y marginalidad ha dado lugar a una abundante literatura y en general aparecen como muy interrelacionadas, lo que lleva por ejemplo a investigadoras como Irma Arriagada y Lorena Godoy a identificar seis factores críticos como causales de incremento de la delincuencia:

1) desigualdad en el ingreso;
2) pobreza urbana;
3) desempleo abierto urbano;
4) jóvenes que no estudian ni trabajan;
5) deserción escolar y
6) jóvenes menores de 16 años que trabajan.

Buscar una sola causa para el delito es una actitud reduccionista y absurda, pero más absurda aun resulta la conducta de gobiernos que, mientras postulan que el problema es “multicausal y complejo” gastan plata en patrulleros, motos y otras estupideces en vez de preocuparse vigorosamente por incrementar la calidad de vida de nuestro agobiado colectivo social.

Se entiende: esto último reclama políticas de Estado de mediano y largo plazo y no sirve para salir en la tele.